www.cubodedonsancho.org: TRIBUNA ABIERTA.




EL MOLINO DEL  RIO OBLEA

Punto de partida y llegada: la plaza del Cubo de Don Sancho

Tiempo estimado: 4 horas ida y vuelta

Dificultad: Mínima

Distancia aproximada: 12 km ida y vuelta

Necesario:  Agua para el camino, mochila donde llevaremos algo de comida, calzado cómodo (recomendables las botas), no olvidéis la cámara de fotos.

  Hoy nuestra ruta parte de la plaza del pueblo, bajaremos por la Calle del Río, una vez terminada esta, en la pared de piedra que delimita las huertas a nuestra izquierda podemos descubrir una cruz marcada en una de las piedras, que señala la altura que alcanzó el río en una de las crecidas más importantes de este, por aquel entonces discurría el año 1.908 y el puente nuevo estaba en construcción, se temió que este no pudiera aguantar la avalancha de agua, pero por suerte esto no fue así, una vez llegados al río cruzamos por el puente de cemento que lo atraviesa, dejando a nuestra izquierda el Piélago, a principios de marzo, que es la fecha de nuestra excursión, el río llevaba bastante agua, pasando por todos los ojos del puente, continuamos por el camino que se dirige hacia la finca de Rollanejo, ahora dejamos a nuestra izquierda una zona de huertas conocidas como los tejeros a nuestra derecha discurre el cauce del río bordeado por fresnos, sauces y mimbreros, al terminar los tejeros tenemos a nuestra izquierda un margen de tierra conocido como los Tallones, la elevación del terreno que queda por encima de los alambrados es el Teso de San Cristóbal, aquí se encuentran restos de edificaciones de antiguos asentamientos, un poco más adelante, a nuestra izquierda vemos un camino que se introduce en la finca de los Tres Cuartos, senda conocida como Camino de las Calzadas de Salamanca, ya que era el camino que tomaban nuestros antepasados para dirigirse con el ganado hacia Salamanca, llegando hasta el Teso de la Feria, lugar donde se ubicaba la feria del ganado. A nuestra derecha entre el río y el camino vamos dejando las tierras conocidas como la Mata del Río, terreno muy fértil para la siembra. En pocos minutos llegaremos a la entrada que delimita la Finca de Rollanejo, tierras que posee el pueblo y que explota el ayuntamiento, a la derecha dejamos la gravera y a nuestra izquierda queda El Valle del Trillo, continuamos hasta otra entrada, cerrada por una puerta de hierro que nos permite el acceso hasta las casas de Rollanejo, a nuestra izquierda observamos una formación rocosa formada por múltiples rocas graníticas dispuestas unas sobre otras en un juego caprichoso de formas y figuras, a la derecha del camino queda la Cortina de las Casas, desde aquí podemos apreciar un hermoso fresno sobre el cual asientan tres nidos de cigüeñas, cerca de las casas se levantan una series de almendros junto a una pared de piedra, que en primavera se visten de hermosas flores, junto a estos se alza la Casa de Interpretación de la naturaleza, de reciente construcción. Una vez llegados al caserío de Rollanejo, después de llevar media hora caminando, continuamos por el camino de la gravera antigua, desde aquí tenemos una hermosa vista del Río Huebra, perfecto mirador, donde podemos apreciar el Caozo de las Huertas y un poco más arriba el Caozo de la Tabla ricos en recursos de pesca como: barbos, tencas, peces, sardas, nutrias... Ahora el camino desciende hasta atravesar una portera y es en este momento cuando nos separamos del camino para continuar por la margen del río, en breve llegamos al Caozo de la Tabla, junto a este se encuentra una fuente, escondida entre las rocas, La Fuente del Caozo, no es adecuada para  beber ya que no está limpia, en ese momento, un grupo de patos, asustados por nuestra presencia alzan el vuelo batiendo sus alas blancas. Continuamos por el margen del río entre robles, encinas, fresnos y espinos, tratando de sortear los múltiples peñascos graníticos que están dispersos por el terreno, a nuestra izquierda vamos dejando las tierras conocidas como El Rincón, el río ahora gira en dirección noreste, en este recodo del río conocido como La Tablilla, desemboca, en la margen izquierda, El Regato Tumbafraile que nace en el término municipal de Boda, atraviesa por la fuente de San Esteban y Buenamadre para morir en este lugar, su caudal es escaso, corriendo solo en épocas de lluvia como sucede ahora. Continuamos avanzando para a una hora de camino atravesar El Regato de Cabeza Cerbera, que recoge el agua del prado del mismo nombre, en esta época discurre con bastante agua, siendo un arroyo rico en Marujas, a continuación cruzamos una pared de piedras que nos introduce en las Tierras de Cabeza Cerbera, por aquí nos encontramos bandadas de palomas torcaces que aprovechan las últimas bellotas que quedan en las encinas, pronto descubrimos los restos de la gravera vieja, donde el río se bifurca en diversos ramales, en este punto nos separamos ligeramente de la margen del río para encontrarnos con el camino que se dirigía a los Baños de Buenamadre, que quedan cerca de aquí, para seguidamente pasar por El Sendero del Portillo del Perro, denominación que tiene su origen, porque conducía al lugar donde estuvo refugiado durante los años posteriores a la guerra un comunista de Pelarrodríguez, que se acabó escondiendo bajo una peña conocida como la Peña Matías en honor al perseguido político, descubierto por un vaquero y temiendo que la Guardia Civil diera con su paradero, cuentan que escapó a Portugal para acabar exiliado como refugiado político en Francia. Caminando un poco hacia el interior de la finca nos acercamos a observar una encina que nace en lo alto de una peña y que se enraiza en una grieta que se forma en la mitad de la roca, un poco más adelante descubrimos un antiguo camino que conducía al Molino de las Avives que en los tiempos de la posguerra se utilizó para por las noches trasportar carros de grano, que era molido en dicho molino, suponía una forma de contrabando ya que por entonces estaba prohibido moler el grano, a cambio el molinero se quedaba con una parte de la mercancía como pago. Continuamos avanzando para entrar en la zona conocida como El Vaqueril, aprovechamos para desviarnos un poco hacia el interior de la finca para llegar a una peña conocida como La Peña de los Santos, esta es la más alta de la zona y es de difícil acceso, pero ya en la base de la misma tenemos unas bonitas vistas del entorno, posteriormente descendemos de nuevo a la rivera del río para llegar a la confluencia del Río Huebra con el Río Oblea, nos encontramos a una hora y cuarenta y cinco minutos de camino, poco antes de llegar a esta zona, descubrimos al lado del río una gran roca  conocida como La Peña de los Pescadores, esta tiene la peculiaridad de asentar con una base mínima sobre otra roca, dejando bajo la misma una zona guarecida de las inclemencias del tiempo, que empleaban los pescadores que acudían a esta zona a pescar, ahora seguimos por el margen del Río Oblea, río arriba, a ambos lados del río se disponen fresnos y espinos además de encinas, robles y escobas, poco a poco la rocas se van aproximando al río para en algunos sitios impedirnos el paso, nos encontramos en El Caozo de la Nutria, nombre que recibe por ser hábitat frecuente de estos animales, aquí el cauce del río es profundo y el remanente de agua se mantiene en épocas estivales, las márgenes del río están rodeadas de grandes formaciones rocosas que dificultan el acceso, entre ellas podemos observar múltiples sauces y mimbreros que adornan la rivera, aprovechamos para caminar sobre las rocas obteniendo una vista magnífica del caozo, al separarnos de la margen del río para poder continuar, atravesamos El Regato de los Morales, este desemboca por debajo de la presa del Molino Oblea.  A unas dos horas nos situamos sobre los restos de  la presa, del molino ya no queda nada, debido a lo crecido que viene el río no hemos podido pasar a la otra orilla, pero si en otras ocasiones donde se pueden apreciar los restos de las compuertas por donde pasaba el agua que ponía en funcionamiento el molino. El recorrido ha merecido la pena, no tiene ninguna dificultad, se trata de un paseo muy agradable por los campos y la historia de nuestro pueblo. 

Laureano Sevillano Sevillano

Ramón Sevillano Arroyo