www.cubodedonsancho.org: TRIBUNA ABIERTA.
LAGUNA DEL BARCO DE AVILA
Punto de partida y llegada: Pista
de tierra que se encuentra a la derecha de la carretera entre
las poblaciones de Umbrías y La Nava de Barco
Tiempo estimado: 3 horas ida y 2,5
horas vuelta
Dificultad: Mínima
Distancia aproximada: 17 km ida y
vuelta Necesario: Agua para el camino, mochila donde llevaremos algo de comida, calzado cómodo (recomendables las botas), no olvidéis la cámara de fotos. El Cubo de Don Sancho---Salamanca---Alba de Tormes---Piedrahita---Barco de Ávila--- dirección al Puerto de Tornavacas---desvió hacia Umbrías---carretera entre las poblaciones de Umbrías y La Nava de Barco.
A unos cuatro kilómetros de la
carretera que parte de Umbrías a la Nava de Barco,
justo en el punto más alto donde asciende la carretera, a
nuestra derecha tenemos una explanada de tierra donde
dejaremos los coches, aquí podemos observar un panel
indicativo del parque natural y de la ruta.
Continuamos por un camino de tierra
que parte de la explanada y que discurre en ligero ascenso,
entre paredes de piedras que separan los cortinos, en breve
dejamos a nuestra derecha un pinar, al terminar este
descubrimos una gran piscina de agua destinada al
abastecimiento del pueblo, de reciente construcción, que
embalsa el agua procedente de la laguna, que se ha canalizado
para su utilización, por la Acequia de Galín Gómez.
Continuamos por el camino dejando
ahora una zona de pinos a nuestra izquierda, el ruido del agua
nos indica que cerca nosotros discurre la canalización de
agua. Un poco más adelante descubrimos unas compuertas que
regulan el agua de la acequia, en este lugar nos detenemos
para descansar un momento. Como es primavera el campo está
muy bonito, vestido de colores llamativos y alegres, de las múltiples
flores nacidas en la estación. Seguimos nuestra aventura, ahora por una zona de pastizal donde nos topamos con rebaños de vacas y caballos pastando de los prados. Durante todo nuestro recorrido nos encontraremos múltiples puertas enrejadas que debemos dejar cerradas a nuestro paso, a fin de que no escape el ganado.
El camino nos conduce hasta una
zona donde se encuentra un refugio de cazadores, el lugar es
conocido como los Llanos de Cardiel. Ya hace unas
dos horas de nuestra partida. Continuamos ahora por una pista
de tierra ascendiendo entre piornos, para en breve llegar a la
Cuerda del Risco del Águila, que nos permite divisar las
dos vertientes, durante unos metros caminaremos por la loma,
pudiendo disfrutar de unas vistas impresionantes, a nuestra
derecha queda la Sierra de Bejar, y a las faldas de
esta las pequeñas poblaciones que se extienden por el
valle, desde aquí podemos apreciar la carretera que llega
hasta el Puerto de Tornavacas, para descender al Valle del
Jerte. A nuestra izquierda queda la garganta que nos va a
conducir hasta la Laguna del Barco, de frente a
nosotros la Cuerda de los Riscos Altos, el paisaje está
construido por enormes formaciones graníticas erosionadas por
el hielo, formando como dientes rocosos que se alzan hacia lo
alto de las montañas, en el fondo, el valle glaciar, donde
asentaban los glaciares en la era Cuaternaria, a lo lejos
podemos apreciar gran parte de las montañas que conforman el
circo glaciar, que rodea a la Laguna.
A continuación descendemos por un
sendero que nos conducirá a una pequeña casa de piedra que
se encuentra en lo profundo del valle, atravesamos unos
portones para seguir caminando junto al arroyo, que vamos
dejando a nuestra izquierda, poco a poco el sendero gana
altura, alejándonos del torrente fluvial, donde nos permite
observar las pequeñas y bellas cascadas que va formando el
arroyo en su camino, y una en especial, de más de cincuenta
metros de caída, de una gran belleza. El dulce rumor del agua
se convierte en una música natural, que poco a poco se va
apoderando del momento invitándonos a mirar los continuos
juegos que forma el agua al sortear el suelo rocoso, según
vamos caminando nos acercamos a la gran cascada, que vierte
sus aguas precipitadamente, lanzándolas hacia el valle, el
camino nos lleva al torrente ofreciendo una sensación
maravillosa.
Una vez superada la cascada, se
abre ante nosotros un gran valle, surcado por el agua que ha
ido horadando su cauce sobre un suelo blando, formando auténticos
meandros en su curso, este valle en épocas anteriores estuvo
inundado formando una gran laguna. El sendero ofrece la
posibilidad de cruzar hacia el otro lado del río, pero
podemos continuar perfectamente junto a su orilla sin
tener que cruzar al otro lado.
Nos acercamos a la laguna del
Barco de Avila (1.800 m), esta está represada por una
gran presa de cemento, que ya podemos divisar. Junto a la
laguna se sitúa un refugio, que puede utilizarse para
guarecernos del mal tiempo, o para pasar la noche. Detenidos
junto a la presa podemos contemplar la belleza del lugar. El
circo glaciar se encuentra coronado por la afilada cumbre de la
Azaya y el pico de la Covacha, que con sus
2.399 metros constituye la altura máxima del lugar. En esta
ocasión las montañas aparecen cubiertas de un manto de
nieve, ofreciendo una vista magnífica, la laguna presenta
abundante agua embalsada, el ambiente es muy agradable.
Aprovechamos para comernos los bocadillos y disfrutar de una
cabezadita tumbados junto a la laguna. Esta sensación nos
resultó agradable y llena de magia.
En nuestro camino de vuelta
pudimos comprobar la presencia de múltiples cabras en las
zonas más abruptas del terreno, desafiando las alturas.
Esta es una ruta cómoda, que no
ofrece ningún tipo de dificultad y a la vez menos concurrida
que otras muchas de Gredos, pero no por ello de menos belleza
y encanto.
Ramón Sevillano Arroyo |